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  La Navidad... ¿una celebración cristiana?
 

La Navidad... ¿una celebración cristiana?


EN TODO el mundo, las iglesias aceptan la Navidad como una celebración cristiana. Cientos de millones de personas la celebran.

Sin embargo, ¿es verdaderamente cristiana dicha celebración? ¿Tuvo origen divino? ¿Fue establecida por Jesucristo o por sus discípulos? ¿Fue el día 25 de diciembre la fecha del nacimiento de Jesús? ¿Importa si uno celebra la Navidad o no?

¿Tuvo origen divino la Navidad?

Respecto al origen de la Navidad y de la fecha del nacimiento de Cristo, considere los siguientes comentarios procedentes de fuentes religiosas e históricas:

"La Navidad no estaba entre las primeras fiestas de la Iglesia." (The Catholic Encyclopedia.)

"La primera mención de la celebración de la Navidad se hizo en un calendario romano primitivo del año 336 A.C." (The World Book Encyclopedia.)

"La observancia de la Navidad no proviene de designación divina, y el N[uevo] T[estamento] no la originó. De hecho, ni a partir del N. T. ni de ninguna otra fuente puede determinarse el día del nacimiento de Cristo. Durante los primeros tres siglos, los padres no hablan de ninguna observancia especial de la natividad." (Cyclopedia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature, de McClintock y Strong.)

"Inexplicable como parezca, no se conoce la fecha del nacimiento de Cristo. Los Evangelios no indican ni el día ni el mes." (New Catholic Encyclopedia.)

Si la Navidad fuese importante para los cristianos, ¿no la habrían mencionado Jesús o sus discípulos? Además, la Biblia nos dice: "Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa [...] para que el hombre de Dios sea enteramente competente y esté completamente equipado para toda buena obra". (2 Timoteo 3:16, 17.) Si la Navidad fuese de origen divino, ¿no habría inspirado Dios a los escritores de la Biblia para que dijesen algo sobre ella de modo que los cristianos pudieran estar ‘completamente equipados para toda buena obra’?

La Biblia no habla de la Navidad porque no es una doctrina o práctica cristiana. No es de origen divino. Como observó el periódico Daily News, de Sri Lanka: "Es bastante significativo observar que en ninguna parte del Nuevo Testamento se menciona un día especial llamado Navidad que hubiese sido apartado para celebrar el nacimiento de Cristo. [...] La Navidad es de origen humano. La Navidad no forma parte de la Biblia".

Jesús no nació el 25 de diciembre


Respecto a la fecha del 25 de diciembre como el día en que nació Jesús, no existe ninguna evidencia que indique que sea válida. Más bien, la evidencia demuestra lo contrario.

En el libro Celebrations, de Robert J. Myers, leemos: "El relato bíblico sobre el nacimiento de Jesús no indica nada de la fecha en que tuvo lugar. Sin embargo, el informe de Lucas [Lucas 2:8] tocante a que los pastores ‘moraban en los campos, guardando sus rebaños por la noche’, da a entender que Jesús debió nacer en el verano o a principios del otoño. Ya que diciembre es un mes frío y lluvioso en Judea, lo más probable es que por la noche los pastores hubieran buscado refugio para sus rebaños".

En el libro Daily Life in the Time of Jesus (Vida cotidiana en el tiempo de Jesús), de Henri Daniel-Rops, se nos dice algo semejante: "Los rebaños [...] pasaban el invierno bajo cubierto; y solo por este detalle puede verse que es poco probable que la fecha tradicional de la Navidad, en el invierno, sea cierta, ya que el Evangelio dice que los pastores estaban en los campos".

The Encyclopedia Americana dice lo siguiente sobre el 25 de diciembre: "En Occidente no se estableció esta fecha hasta aproximadamente mediados del siglo IV, y en Oriente, hasta más o menos un siglo después". Como puede verse, Jesús no nació en esa fecha. Y él no autorizó la celebración de la Navidad, como tampoco lo hicieron sus discípulos ni los escritores de la Biblia.

¿Dónde se originó?

¿Dónde se originó, entonces, la Navidad? Existe bastante unanimidad sobre este aspecto. La revista U.S. Catholic dice: "Es imposible separar la Navidad de sus orígenes paganos". Y añade: "La fiesta preferida por los romanos era las saturnales, que empezaban el 17 de diciembre y terminaban con el ‘natalicio del Sol invicto’ (Natalis solis invicti) el 25 de diciembre. Entre los años 325 y 350, líderes astutos de la Iglesia de Roma decidieron que el 25 de diciembre sería un día excelente para celebrar el cumpleaños del ‘Sol de la justicia’. Así se originó la Navidad".

La celebración pagana de las saturnales se llevaba a cabo para el solsticio de invierno. La palabra solsticio proviene de dos palabras latinas: sol (el nombre del dios sol) y sistere (la raíz de stare: estar parado). El solsticio de invierno es el tiempo en que las horas diurnas dejan de acortarse y empiezan a ser más largas. Según el antiguo calendario juliano, el día del solsticio de invierno era el 25 de diciembre.

Por consiguiente, The World Book Encyclopedia declara: "En esta celebración [la Navidad] probablemente influyeron las fiestas paganas (no cristianas) que se celebraban en aquel tiempo. Los antiguos romanos celebraban fiestas de fin de año en honor de Saturno, su dios de la cosecha, y de Mitra [el dios sol]". La New Catholic Encyclopedia comenta: "El 25 de diciembre del año 274, Aurelio [el emperador romano] proclamó al dios-solar [Mitra] patrón principal del imperio [...]. La Navidad se originó en un tiempo en que el culto al Sol era especialmente dominante en Roma". El libro Celebrations declara: "Con el tiempo, el clero introdujo el [...] mundo de las saturnales en la propia Iglesia". Y la Encyclopædia Britannica dice que el día 25 de diciembre era considerado como "la fecha del nacimiento del [...] dios [sol] Mitra".

La mayoría de las costumbres relacionadas con la Navidad —el tronco que se quema en Nochebuena, el muérdago, el árbol de Navidad, Santa Claus, la prodigalidad en dar regalos, las diversiones estrepitosas— también tienen sus raíces en el paganismo. No tienen nada que ver con Cristo. Como dice James Hastings en Encyclopædia of Religion and Ethics: "La mayoría de las costumbres navideñas que prevalecen hoy [...] no son costumbres verdaderamente cristianas, sino costumbres paganas que la Iglesia ha incorporado o tolerado. [...] Las saturnales de Roma suministraron el modelo para la mayoría de las costumbres alegres de la época navideña. Esta antigua fiesta romana se celebraba del 17 al 24 de diciembre".

Por eso, cuando a veces oiga a la gente decir: "Regresemos al verdadero significado de la Navidad", o: "Volvamos a poner a Cristo en la Navidad", recuerde que el significado original de la Navidad proviene, en esencia, de una celebración pagana, y recuerde también que Cristo no tuvo nada que ver con la Navidad. Y cuando algunas personas denuncien el hecho de que la Navidad ha sido comercializada, recuerde que los festejos y los regalos relacionados con la celebración de las saturnales eran un negocio para los comerciantes. Así que por miles de años se ha comercializado con el solsticio de invierno.

En 1643, el Parlamento de Inglaterra hasta proscribió la Navidad debido a sus orígenes paganos, pero después volvió a aceptarse. En 1659 también se proscribió en Massachusetts (E.U.A.), pero allí también se volvió a aceptar posteriormente. Y la revista U.S. Catholic dice: "Como los cristianos de E.U.A. [...] relacionaban la Navidad con costumbres paganas, no empezaron a celebrarla como una gran fiesta hasta mediados del siglo XIX".

Ofende a Dios y a Cristo

Por consiguiente, los que celebran la Navidad no honran a Dios ni a Cristo, sino que cumplen con celebraciones paganas y honran a dioses paganos. Y al promover mitos como el de Santa Claus, están promoviendo falsedades. Esto no repercute en honra para Jesús, quien enseñó que hay que adorar a Dios con verdad. (Juan 4:23, 24.) Jesús dijo: "Si permanecen en mi palabra, verdaderamente son mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los libertará". (Juan 8:31, 32.)

La Palabra de Dios también dice: "¿Qué consorcio tiene la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial [Satanás]? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo?". La respuesta a estas preguntas es que los cristianos fieles no tienen nada que ver con tales cosas; de otro modo, pierden el favor de Dios. Por consiguiente, la Palabra de Dios aconseja: "‘Sálganse de entre ellos, y sepárense —dice Jehová—, y dejen de tocar la cosa inmunda’; ‘y yo los recibiré’. [...] ‘Y ustedes me serán hijos e hijas’". (2 Corintios 6:14-18.)

El sentir un verdadero amor por Dios ha ayudado a muchas personas a librarse de actividades profanas como la celebración de la Navidad, aunque esta tenga un atractivo emocional. Al rechazar una práctica que ofende a Dios y a Cristo, y que, en realidad, honra a los dioses falsos, no se sienten como si se les estuviera privando de algo bueno. Reconocen la Navidad por lo que es: una fiesta pagana disfrazada de cristiana... y por eso, la evitan.

 
   
 
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